Ocho personas, tres adultos y cinco niños, fueron encontrados muertos en una casa de la ciudad de Houston, donde un sospechoso con un abrumador historial delictivo fue detenido por el múltiple crimen, informó la policía del Estado de Texas.
El sospechoso fue identificado como David Conley, de 49 años, acusado del horrendo episodio que conmociona a los estadounidenses. Conley fue detenido por la policía en el escenario del múltiple crimen y se encuentra bajo custodia policial y sin derecho a fianza, debido a sus antecedentes.
El sospechoso tiene un largo historial delictivo, que comenzó en 1988 y los documentos presentados ante la corte judicial de Houston demuestran que Conley fue arrestado el mes pasado por presunta agresión a la mujer que vivía en la casa en que aparecieron los ocho cadáveres.
En 2013 fue acusado por agresión agravada contra la misma mujer, que había sido amenazada con un cuchillo, según su denuncia. Conley se declaró culpable de aquella agresión y fue condenado a nueve meses de cárcel.
La masacre fue descubierta en la noche del sábado, cuando la policía recibió una llamada de alarma sobre la presencia de un individuo en una vivienda de Houston con antecedentes penales. Cuando una escuadra especial de la policía arribó al lugar, sus integrantes descubrieron el cuerpo de un niño que colgaba de una ventana e inmediatamente decidieron irrumpir en la vivienda.
Al forzar el ingreso, los policías fueron recibidos a balazos y debieron replegarse, hasta que una hora más tarde el autor de los disparos se entregó y fue identificado como David Conley. El horror estalló una vez que los agentes ingresaron a la vivienda, pues se encontraron con ocho cadáveres, entre ellos los de cinco niños.
“No sabemos la edad de las víctimas. Por el momento no sabemos la causa de la muerte”, dijo el portavoz del sheriff del condado de Harris, Thomas Gilliland, en cuya jurisdicción se encuentra Houston. “El número de víctimas significa que se necesitará tiempo para examinar la escena del crimen”, agregó Gilliland.
Los vecinos del barrio dijeron al periodismo que vivieron una noche de terror, pues la policía ordenó acordonar el área para evitar que el agresor pudiera escapar o mimetizarse en la oscuridad. “Yo tuve miedo”, reconoció Alan Cartagena, de 19 años, que estaba participando de una barbacoa en un jardín del barrio con otras personas.
Dalila Mercado, otra vecina del lugar, arribó a su casa después de las 21 horas cuando había comenzado el operativo y dijo que escuchó varios disparos de revolver durante el operativo policial. Mercado dijo que desconocía detalles de la vida de la familia muerta pero que a la mujer asesinada la había visto varias veces a la espera del autobús para llevar sus hijos a la escuela.
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